En la primera parte compartí 3 tips o reglas que te ayudarán a definir mejor tus precios:
- Reduce la incertidumbre al mínimo (PARTE 1).
- Deja que tu agenda defina tu precio.
- Ten reglas claras (PARTE 3).
Veamos a ver detalle el segundo tip.
2. Deja que tu agenda defina tu precio
Hace unos días estaba hablando con un doctor y dentro de la conversación dijo «los pacientes tienen que esperar como 2-3 semanas para la siguiente cita disponible y a veces pierdo los pacientes por eso».
Le pregunté por qué no subía el precio de su consulta y me dijo que «$1,000 pesos es lo normal para especialistas en mi ciudad».
El precio de tus colegas es uno de los factores que te ayudarán a definir precios, pero no es la historia completa. El principal factor que tendría en cuenta es que tan llena tienes tu agenda. Cuando un negocio tiene su «agenda» saturada, hay dos caminos que puede usar para crecer:
- Contratar a más personal para poder atender a más personas.
- Subir precios para que la agenda se llene con los pacientes que están dispuestos a pagar más por tu servicio.
El camino #1 es raro con profesionales de la salud, ya que no pueden duplicarse y la mayoría de los pacientes quieren hacer cita con su doctor y no con cualquiera que trabaje en ese consultorio.
Eso nos deja el camino #2, aumentar precios. Al aumentar precios, habrá personas que no querrán pagarlo y dejarán de ser pacientes. Esto no necesariamente es malo:
Si ves a 10 pacientes y cobras $1,000, tu ingreso es de $10,000.
Si ves a 8 pacientes y cobras $1,300 pesos, tu ingreso es de $10,400.
En el segundo escenario, trabajas menos, ganas más y dejas un par de espacios disponibles para poder aumentar tu ingreso a 13 mil pesos (10 pacientes de $1,300).
En este punto casi siempre hay 2 preocupaciones:
«No quiero perder pacientes». Este sentimiento es normal y nos ha pasado a todos. No tengo un tip para hacer que sea más sencillo, pero te puedo asegurar que a la larga es la mejor estrategia. Además, es importante que sepas que aunque no aumentes precios, vas a perder pacientes. Si tu agenda está demasiado saturada, eso va a ahuyentar a personas que de otra manera hubieran sido pacientes tuyos.
«¿Es ético estar aumentando tanto los precios?» No soy la autoridad en ética médica, pero te puedo compartir mi opinión. Si hay más especialistas en tu ciudad que tengan un precio menor o que formen parte del sistema público, no deberías de preocuparte. Los pacientes que no quieran pagar tu nuevo precio, irán con alguien más, pero seguirán siendo atendidos.
Por otra parte, si tu agenda está vacía, tener un precio menor que tu competencia te puede ayudar a impulsar la consulta. Todos saben que los mejores pacientes son los pacientes recomendados, pero para tener pacientes recomendados primero necesitas pacientes que te recomienden. Esos primeros pacientes muchas veces salen de estrategia de marketing que sí son sensibles al precio. Tener un precio menor o una promoción para esas estrategias te ayuda a darle un empujón a tu consulta y puede ser lo que necesitas para que despegue.
Ya solo queda una parte más…
Ya casi llegamos al final de este tema, te invito a revisar la PARTE 3.