Las historias de miedo siguen haciendo acto de presencia en este 2025. La más reciente fue una doctora que se cambió con nosotros porque no tenía buena comunicación con su contadora anterior.
Parte normal de nuestro proceso de alta de cliente nuevo, es darle una revisada a su opinión de cumplimiento y declaraciones pasadas para confirmar que todo esté en orden.
La opinión de cumplimiento estaba positiva, entonces por esa parte empezamos bien.
Al momento de revisar las declaraciones pasadas, nos dimos cuenta de que faltaba la de Marzo 2025, pero ya se habían presentado Abril y Mayo de este año. Se me hizo raro el descuido de la contadora anterior, entonces empezamos a revisar años pasados.
Declaraciones pendientes del 2024: Enero, Marzo y Mayo.
Declaraciones pendientes del 2023: Marzo, Abril, Junio, Agosto, Septiembre, Noviembre.
Quién sabe que estuvo haciendo esa contadora pasada durante estos últimos años (además de cobrar sus honorarios puntualmente, claro).
Lo que sí es evidente es que dejo un desastre. Afortunadamente, el SAT no había revisado a la doctora, porque tener 3 o más declaraciones pendientes es motivo suficiente para que te expulsen del RESICO de manera permanente.
Al día de hoy ya se encuentra al corriente y esperemos que el SAT nunca sepa de lo que paso, pero si me dejo con la duda de cuántas personas piensan que van al corriente cuando realmente deben declaraciones.
En resumen
Uno no se puede confiar de la opinión de cumplimiento. La única manera de asegurarte que vas al corriente con tus declaraciones, es pidiéndole todos los meses (si o si) la declaración y acuse a tu contador. Si solo te dice «no salió a pagar» pero no te envía nada, es un foco rojo.