Cuando una persona física (un doctor, por ejemplo) le factura honorarios a una persona moral (una aseguradora, por ejemplo), se agrega una retención en el comprobante fiscal. Esta retención depende de tu régimen fiscal:
- Persona física con actividad empresarial y profesional: 10%
- Régimen Simplificado de Confianza (RESICO): 1.25%
Esta retención no significa que ese dinero «ya esté libre de impuestos». Simplemente, es un abono que se hace al pago de tus impuestos. Por ejemplo, si tenías que pagar $2,500 pesos, pero ya te retuvieron $2,000, solo pagas $500. En caso de que la retención sea mayor al impuesto que tenías que pagar, ya no tienes que hacer ningún pago en tu declaración mensual.
Con o sin retención, tu bolsillo debe de quedar igual. Es decir, si te retienen $1,000 pesos, son mil pesos menos que te depositan, pero mil pesos menos que le pagamos al SAT. Si no te retienen $1,000 pesos, son mil pesos más que te depositan, pero mil pesos más que le pagamos al SAT. Al final del día, terminas con la misma cantidad en tu cuenta.
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