Antes existía la famosa «cuenta fiscal» pero desde hace varios años todas las cuentas son fiscalizadas. Puedes usar cualquier cuenta bancaria para tu consulta privada, pero hay ciertas cosas que te recomiendo tener en cuenta.
Las cuentas personales normalmente no tienen comisiones, pero tampoco tienen funciones «empresariales». Por ejemplo, no están asociadas a una terminal punto de venta ni tiene facilidades para el pago de cuotas patronales por internet.
Si estás por iniciar tu consulta privada, yo recomiendo que utilices una de las cuentas que ya tienes para evitar agregar más gastos fijos. Para el cobro con tarjeta, puedes usar una terminal móvil y ligarla a cualquier cuenta.
Lo que si recomiendo mucho es que la cuenta que utilices sea solamente para tu práctica privada. El trabajo contable se complica mucho si tu contador tiene que adivinar si un depósito es de paciente, de amigos, de familiares, etc.
Si ya tienes una consulta establecida, puedes voltear a ver las cuentas «empresariales». La ventaja es que las puedes ligar a una terminal bancaria para cobrar con tarjeta con un % de comisión más bajo. La otra ventaja es que puedes pagar las cuotas patronales (cuando tienes a tu asistente en el IMSS) por internet, sin tener que ir al banco.
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